Si
los derechos humanos fueran respetados por todos, la libertad y paz serían una
realidad. Sin embargo, delitos como la trata de personas los vulneran a diario
alrededor del mundo, sin importar condición sexual, religión, raza o género,
por lo que ser víctima de algunas de éstas redes incurre en la violación de
algunos derechos que te explicamos en la siguiente nota.
Los
derechos humanos son inherentes a todas las personas sin distinción de sexo,
nacionalidad, lugar de residencia, raza, etnia, religión, lengua, edad,
condición social, convicciones políticas, situación económica o preferencias.
Son derechos universales que, al respetarse, aseguran un entorno de libertad,
equidad y paz. Sin embargo, diferentes agentes como las redes de trata de
personas, los vulneran y violentan por completo, al igual que
quienes están involucrados en cualquiera de sus fines.
La Declaración
Universal de los Derechos Humanos se proclamó en París en 1948, después de
observar en retrospectiva los daños que causó la Segunda Guerra Mundial. La
proclamación fue hecha por la Asamblea General de las Naciones Unidas con el
objetivo de establecer los derechos que todos tenemos y que permiten una sana convivencia.
Son 30 artículos, aunque todos son importantes, destacamos algunos que el delito de trata de
personas transgrede, en medio de la ambición por lucrarse a
costa del bienestar de las incontables víctimas:
- Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona
Los
captores y tratantes son personas inescrupulosas que suelen privar de la
libertad a las víctimas de esclavitud sexual comercial y no comercial, tráfico
ilegal de órganos y servidumbre o matrimonio servil. La privación de la
libertad se da en condiciones insalubres que amenazan la integridad física de
las víctimas, además de los abusos y secuelas emocionales que genera la
experiencia.
- Nadie será sometido a esclavitud ni a servidumbre, en ninguna de sus formas
Dos
de los fines de la trata de personas son la explotación sexual y la
servidumbre, situaciones que van en contra de la dignidad humana y de la
voluntad de las víctimas, quienes son forzadas a realizar actividades sexuales
sugestivas o explícitas, y tareas del hogar sin ningún tipo de remuneración o,
incluso, contacto familiar.
- Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes
El
sometimiento de las víctimas
de explotación sexual, trabajo forzoso y servidumbre suele ser
violento o bajo coerción, en la mayoría de casos sus condiciones de vida son
degradantes. En un principio, muchos de los adolescentes, mujeres y hombres son
captados bajo engaños y falsas promesas, para ser obligados a ejercer
actividades por medio de tratos inhumanos y crueles.
- Toda persona tiene derecho a circular libremente, a salir de cualquier país y a regresar a su país
Es un
derecho universal que impacta al libre desarrollo. Viajar a otra ciudad o país
no debería representar un peligro o causar incertidumbre por no regresar. Sin
embargo, las redes de trata imposibilitan este derecho al retener los
documentos de identidad de las víctimas, sus tiquetes de regreso, dinero y
dispositivos tecnológicos o de comunicación, a la vez de vigilarlas
constantemente.
- Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado
Un
nivel de vida adecuado se refiere al acceso a salud, alimentación, vestido,
asistencia médica, vivienda y servicios necesarios para tener bienestar
personal y familiar, factores que son arrebatados por las redes de trata
dedicadas, entre otros fines, a la explotación sexual de niños, niñas y
adolescentes, delito por el cual se abrieron 688 investigaciones
entre 2016 y los primeros cinco meses de 2018, según información del Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
Los
derechos humanos deben ser respetados por todos los seres humanos y por los
Estados, pues ellos son la base de la dignidad, justicia, paz y libertad a
nivel local, nacional y global. Cada uno de los ciudadanos del mundo debe
exigir su reconocimiento y protección. Es una cuestión de todos, tal como
precisa la Federación de Asociaciones en Defensa y Promoción de los Derechos
Humanos citado en Consumer.es: “Si bien los Estados tienen la responsabilidad
primordial de respetar, proteger e implementar los derechos como han sido
codificados por la ley, la responsabilidad en materia de derechos humanos es
compartida por todo tipo de actores, incluida la sociedad civil y los
individuos”.
La
trata de mujeres, hombres, adolescentes y niños es un flagelo que vulnera sus
derechos humanos e integridad física, emocional y mental, por ello denunciar
la trata de personas es indispensable para penalizar a los
responsables y devolverle las riendas de su vida a las víctimas. De tu mano
somos más fuertes en la lucha contra este delito, informa tus sospechas o
conocimiento sobre casos de trata aquí o a través de la línea gratuita nacional 01
8000 52 20 20.
Articulo tomado de Eso es Cuento
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