jueves, 27 de septiembre de 2018

Niños, ancianos y minorías, víctimas de la mendicidad ajena


El pavimento exhala un calor impregnante que los conductores de la agitada ciudad perciben dentro de sus autos. Es un día soleado y desgastante que decenas de niños, miembros de comunidades étnicas, ancianos y personas en condición de discapacidad, deben soportar sin alimento, agua o, en algunas ocasiones, zapatos, mientras piden dinero a los transeúntes y conductores. Ellos son víctimas de trata de personas con la finalidad de mendicidad ajena.

El Zarco, como llaman al hombre que los ubica en diferentes vías, puentes y andenes de la ciudad, vive de la explotación de personas vulnerables: menores de edad, hombres y mujeres en su vejez, con problemas de salud o desplazados de sus regiones. Los días de este tratante transcurren entre las calles, vigilando a quienes él considera su mercancía. A cambio de unas cuantas monedas, el Zarco convence a sus víctimas o a los familiares de ellas para que supliquen por dinero. El monto que los niños y demás personas logran reunir, es reclamado cada tarde sin falta alguna.

El lucro por medio de la mendicidad tiene su fundamento en la inspiración de lástima, por ello las víctimas suelen ser parte de grupos sociales percibidos como indefensos. Es así como Mariana y Daniel terminaron siendo parte de este fenómeno. Por un lado, la niña de 12 años fue atropellada por un motociclista borracho que no se detuvo a auxiliarla, a causa del accidente, una lesión visible en su rodilla se convirtió en el principal instrumento para generar pena y conseguir dinero. El Zarco conserva la mayor parte de las “ganancias” y entrega el sobrante a sus padres, quienes, lastimosamente, están de acuerdo.

Por otra parte, Daniel es utilizado para la mendicidad debido a una limitación cognitiva que no le permite comunicarse ni moverse bien. Sobre su regazo reposan galletas y dulces que ofrece a las personas en la calle, quienes suelen compadecerse de su situación y pagar más de lo esperado por los alimentos. Aunque Daniel ya es mayor de edad, su familia lo somete a este delito de trata de personas, guardando una mínima parte del efectivo que le es regalado.

Los ciudadanos son emotivos y caritativos al advertir que una persona está en condición de vulnerabilidad en las calles. Su instinto es el de ayudarlos a través del dinero que guardan en sus bolsillos. Aunque para muchos este es un acto de generosidad y altruismo, en realidad se trata de una contribución monetaria a las redes de trata de personas, individuos inescrupulosos que se dedican a la mendicidad ajena.

Poner la lupa sobre esta situación es imperativo. La cotidianidad retrata casos como el de Mariana y Daniel en cada semáforo, rincón, cruce peatonal y plaza de las ciudades y sus poblaciones aledañas. El negocio es rentable para el Zarco y tantos delincuentes más que toman ventaja de los infortunios de otros y que, incluso, les exigen acentuar el hambre, la sed, el dolor y el desamparo, con el objetivo de recibir más efectivo.

Luchar contra esta finalidad de trata de personas es una tarea de todos. No contribuyas al lucro de los criminales y reporta estos casos que vulneran los derechos de muchos. La manera de ayudar a las víctimas de mendicidad ajena es alertando a las autoridades.


Articulo tomado de #EsoEsCuento

miércoles, 26 de septiembre de 2018

Esta es la realidad que viven las víctimas de trata de personas


La trata de personas está íntimamente relacionada a la violación de todos los derechos humanos que incluye violencia física, psicológica y sexual, así como hacinamiento y pésimas condiciones de vida. Es por ello que no queremos que caigas en las redes de estos abusadores. Conoce la realidad en la que viven las víctimas de trata de personas en la siguiente nota.


La trata de personas es un delito atroz que vulnera los derechos de miles de niños, niñas, adolescentes, mujeres y hombres víctimas en nuestro país y alrededor del mundo. Las situaciones a las que son sometidos y expuestos por las redes de trata y explotadores, dejan grandes heridas en sus cuerpos, mentes y vidas. Conoce la realidad que enfrentan las víctimas de trata con fines de esclavitud sexual, trabajo forzado, matrimonio servil, mendicidad ajena y extracción de órganos.

Ya sean casos de trata interna (dentro del territorio nacional) o trata transnacional (en el extranjero), los sucesos por los que pasan las víctimas son los mismos. Si algún día una red de trata te engaña y convence de dejar tu hogar bajo la promesa de mejorar fácilmente tu estilo de vida, tu situación económica o cumplir tu sueño de viajar al exterior, pasarás por esto:  

Te privarán de la libertad: Las redes de trata tomarán control sobre tu cuerpo y voluntad. Después de lograr que llegues a tu destino con expectativas y propósitos contrarios a la realidad, te retendrán en un establecimiento dedicado a la explotación sexual, al tráfico de órganos o al trabajo forzado. Te vigilarán constantemente para evitar que escapes o puedas comunicarte con personas que no participen en las actividades ilegales. Tus desplazamientos serán controlados e imposibilitarán que regreses a casa cuando lo deseas. Para ellos eres mercancía de la que obtienen provecho.

Los explotadores te arrebatarán tu libertad, aun cuando te hicieron creer en un principio que se preocupaban por tu bienestar y el de tu familia, o que eran buenos amigos con contactos que te ayudarían.   

Vivirás en hacinamiento y condiciones insalubres: Tu bienestar no es un aspecto que interese a los explotadores. Ellos no invierten en comodidades o espacios salubres en los que puedan descansar sus víctimas. Por el contrario, te encontrarás con habitaciones en las que se vive en hacinamiento. Junto a ti, estarán muchas más personas en contra de su voluntad, niños, niñas, adolescentes y adultos engañados por las redes de trata.

No te permitirán comunicarte con tus familiares: El delito de trata de personas te empuja a dejar tus raíces, tu tierra, tu familia y tu rutina para posteriormente, restringirte de todo intento y medio de comunicación con tus seres queridos, tus amigos, las autoridades o personas ajenas a las situaciones que vulneran tus derechos. Te despojarán de tus pertenencias, tu teléfono celular y otros dispositivos electrónicos. Será difícil tener acceso a Internet o líneas telefónicas, ya que te vigilan y mantienen en encierro.

Sufrirás de violencia física, psicológica y sexual: Es una situación lamentable que sufren a diario las víctimas de trata de personas. Los insultos, ofensas, amenazas, golpes y abusos sexuales son actos cometidos repetitivamente y sin remordimiento por los explotadores. Las víctimas de explotación sexual viven estas transgresiones numerosas veces en su cotidianidad, por parte de los tratantes y de quienes pagan por abusar de ellas.

Tus documentos serán retenidos: Los documentos que te identifican tanto al interior del país como al exterior, serán guardados por los explotadores junto al resto de tus pertenencias. Si eres víctima de trata transnacional, también retendrán los tiquetes que aseguran tu regreso a casa, debilitando tu voluntad y esperanzas por huir de tus captores.


Te obligarán a consumir sustancias psicoactivas: Es una de las maneras que utilizan los explotadores para doblegarte e impedir que no accedas a sus intenciones. Esta situación puede repercutir en enfermedades y adicciones que afectarán tu calidad de vida.

La realidad de las víctimas de trata de personas es muy diferente a la que alguna vez les hicieron creer sus captadores, es una realidad dolorosa, lejos de la familia y los amigos, en donde se viven agresiones y no se tiene libertad. No viajes en situación de riesgo, valida las ofertas de trabajo, infórmate sobre la trata y solicita ayuda a través de las líneas gratuitas 122 y 01 8000 52 20 20.


Articulo tomado de Eso Es Cuento

Colombia, un país víctima de la trata de personas


La trata de personas afecta a cientos de personas alrededor del mundo, se estima que mueve alrededor de 700.000 personas al año por 500 rutas internacionales, en Colombia estas cifras no son nada alentadoras, la trata de personas posiciona al país en el tercer lugar de naciones más afectadas en América Latina, lo que convierte al país en víctima de la trata de personas. Conoce más detalles de este problema social en la siguiente nota.

El panorama del delito de trata de personas en el mundo es alarmante. Los esfuerzos de los gobiernos en los países de origen, tránsito y destino de trata, para prevenir y enfrentar esta actividad ilegal no cesan, sin embargo, existen algunas naciones gravemente impactadas. En Latinoamérica, Colombia es uno de los territorios más afligidos con numerosas víctimas. Actualmente, la Fiscalía General investiga por lo menos 488 casos de trata que corresponden al año 2016, 2017 y hasta el mes de abril de 2018, según datos del área de prevención de delito y de justicia de la ONU.

La cifra en el territorio nacional preocupa, los rostros de la esclavitud moderna van en aumento y no es posible calcular su totalidad, pues no hay precisión en los registros. Sólo se mencionan aquellos casos denunciados o de los que se tiene conocimiento. Lo más grave del asunto es que las víctimas son incontables. De acuerdo al último informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), la trata de personas mueve al año alrededor de 700.000 seres humanos por más de 500 rutas internacionales. Este fenómeno de esclavitud moderna se ha tomado el planeta y afecta a cientos de colombianos: mujeres, hombres, niños, adolescentes y ancianos.

La trata de personas es considerado el tercer delito más lucrativo en el mundo, superado por el narcotráfico y el tráfico de armas. En Colombia, las diferentes redes de trata captan a víctimas tanto hacia el interior como hacia el exterior del país, hombres, mujeres y niños privados de su libertad, agredidos físicamente o sexualmente, alejados de sus familias y comercializados con fines de explotación sexual, trabajo forzado, mendicidad ajena, matrimonio servil y extracción de órganos. 

Colombia, país de origen de víctimas

La trata de personas en Colombia es un delito que posiciona al país en el tercer lugar de naciones más afectadas en América Latina, detrás de República Dominicana y Brasil, según el equipo de la Corporación Espacios de Mujer. Habitantes de todas las regiones se ven afectados, especialmente  mujeres y niñas de 19 zonas: Risaralda, Valle del Cauca, Antioquia, Atlántico, Magdalena, Cesar, Norte de Santander, Arauca, Chocó, Caldas, Quindío, Bolívar, Cauca, Huila, Putumayo, Caquetá, Guajira, Guaviare y Cundinamarca. 

Estas zonas son las preferidas por las redes de trata para originar víctimas que, según datos de la Fiscalía General, son en su mayoría explotadas sexualmente. El 86% de las personas que sufren este flagelo son mujeres y niñas de diferentes razas, condiciones sociales y edades. El 14% restante corresponde a víctimas hombres.

Los principales destinos de trata dentro del territorio nacional son los departamentos de Cundinamarca, Norte de Santander, Santander y Atlántico, de acuerdo a datos de la Alta Consejería para los Derechos Humanos en 2017. A nivel internacional, los principales destinos de explotación en el exterior son países de Europa, Latinoamérica y Asia, como España, República Dominicana, China, Japón, Chile, Ecuador, México, Argentina, Panamá, Paraguay, Emiratos Árabes, Perú y Turquía.

Aunque las finalidades de la trata de personas son múltiples, la explotación sexual en Colombia es la más demandada y lucrativa para las redes de trata.

El informe de trata de personas del 2017 realizado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, afirma que el Gobierno del país cumple con los estándares mínimos para la eliminación de la trata, diversas instituciones unen sus esfuerzos para combatir este negocio ilícito, fortaleciendo la coordinación interna para la identificación, investigación y judicialización de los tratantes. Su análisis de la situación que afronta Colombia en materia de trata de personas, deja entrever la necesidad de continuar con una estrategia que involucra a todos los ciudadanos para tomar acciones en contra de este delito. Es indispensable informar, prevenir y denunciar para desintegrar las redes, evitar más víctimas y salvar a quienes ya lo son.

Articulo tomado de #EsoEsCuento

Cómo evitar la trata de personas: redes de apoyo y prevención

La trata de personas es un delito cuyas víctimas pueden ser todo tipo de personas y la mejor forma de evitar caer en estas redes es me...