La trata de personas afecta a cientos de
personas alrededor del mundo, se estima que mueve alrededor de 700.000 personas
al año por 500 rutas internacionales, en Colombia estas cifras no son nada
alentadoras, la trata de personas posiciona al país en el tercer lugar de
naciones más afectadas en América Latina, lo que convierte al país en víctima
de la trata de personas. Conoce más detalles de este problema social en la
siguiente nota.
El
panorama del delito de trata de personas
en el mundo es alarmante. Los esfuerzos de los gobiernos en los países de
origen, tránsito y destino de trata, para prevenir y enfrentar esta actividad
ilegal no cesan, sin embargo, existen algunas naciones gravemente impactadas.
En Latinoamérica, Colombia es uno de los territorios más afligidos con
numerosas víctimas. Actualmente, la Fiscalía General investiga por lo menos 488
casos de trata que corresponden al año 2016, 2017 y hasta el mes de abril de
2018, según datos del área de prevención de delito y de justicia de la ONU.
La
cifra en el territorio nacional preocupa, los rostros de la esclavitud moderna
van en aumento y no es posible calcular su totalidad, pues no hay precisión en
los registros. Sólo se mencionan aquellos casos denunciados o de los que se
tiene conocimiento. Lo más grave del asunto es que las víctimas son
incontables. De acuerdo al último informe de la Oficina de las Naciones Unidas
contra la Droga y el Delito (UNODC), la trata de
personas mueve al año alrededor de 700.000 seres humanos por más
de 500 rutas internacionales. Este fenómeno de esclavitud moderna se ha tomado
el planeta y afecta a cientos de colombianos: mujeres, hombres, niños,
adolescentes y ancianos.
La
trata de personas es considerado el tercer delito más lucrativo en el mundo,
superado por el narcotráfico y el tráfico de armas. En Colombia, las diferentes
redes de trata captan a víctimas tanto hacia el interior como hacia el exterior
del país, hombres, mujeres y niños privados de su libertad, agredidos
físicamente o sexualmente, alejados de sus familias y comercializados con fines
de explotación sexual, trabajo forzado, mendicidad ajena, matrimonio servil y
extracción de órganos.
Colombia,
país de origen de víctimas
La trata
de personas en Colombia es un delito que posiciona al país en el
tercer lugar de naciones más afectadas en América Latina, detrás de República
Dominicana y Brasil, según el equipo de la Corporación Espacios de Mujer.
Habitantes de todas las regiones se ven afectados, especialmente mujeres y niñas de 19 zonas: Risaralda, Valle
del Cauca, Antioquia, Atlántico, Magdalena, Cesar, Norte de Santander, Arauca,
Chocó, Caldas, Quindío, Bolívar, Cauca, Huila, Putumayo, Caquetá, Guajira,
Guaviare y Cundinamarca.
Estas
zonas son las preferidas por las redes de trata para originar víctimas que,
según datos de la Fiscalía General, son en su mayoría explotadas sexualmente.
El 86% de las personas que sufren este flagelo son mujeres y niñas de
diferentes razas, condiciones sociales y edades. El 14% restante corresponde a
víctimas hombres.
Los
principales destinos de trata dentro del territorio nacional son los
departamentos de Cundinamarca, Norte de Santander, Santander y Atlántico, de
acuerdo a datos de la Alta Consejería para los Derechos Humanos en 2017. A nivel
internacional, los principales destinos de explotación en el exterior son
países de Europa, Latinoamérica y Asia, como España, República Dominicana,
China, Japón, Chile, Ecuador, México, Argentina, Panamá, Paraguay, Emiratos
Árabes, Perú y Turquía.
Aunque
las finalidades de la trata de personas son múltiples, la explotación
sexual en Colombia es la más demandada y lucrativa para las
redes de trata.
El
informe de trata de personas del 2017 realizado por el Departamento de Estado
de los Estados Unidos, afirma que el Gobierno del país cumple con los
estándares mínimos para la eliminación de la trata, diversas instituciones unen
sus esfuerzos para combatir este negocio ilícito, fortaleciendo la coordinación
interna para la identificación, investigación y judicialización de los
tratantes. Su análisis de la situación que afronta Colombia en materia de trata
de personas, deja entrever la necesidad de continuar con una estrategia que
involucra a todos los ciudadanos para tomar acciones en contra de este delito.
Es indispensable informar, prevenir y denunciar para desintegrar las redes,
evitar más víctimas y salvar a quienes ya lo son.
Articulo tomado de #EsoEsCuento
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