La explotación
sexual es una actividad ilegal que afecta a niños, niñas, adolescentes, mujeres
y hombres alrededor de todo el mundo mediante el sometimiento, violando los
derechos fundamentales de las víctimas para fines comerciales y no comerciales,
conoce la diferencia entre ellos y no permitas que tus amigos o familiares
caigan en estas redes leyendo y compartiendo la siguiente nota.
La
trata de personas con fines de explotación sexual en
Colombia y el mundo, se presenta con propósitos tanto comerciales como no
comerciales. Lo que implica que algunas de las prácticas ilegales relativas a
servicios sexuales a las que son sometidos cientos de víctimas, no exigen un
cobro por parte de los explotadores. Los demandantes pueden acceder a ellos sin
pago alguno.
De
los dos modos, comercial y no comercial, los niños, niñas, adolescentes,
mujeres y hombres que sufren este flagelo equiparable a un tipo de esclavitud,
son tratados como mercancía por sus captores.
Someter
a una persona a la utilización de su cuerpo en actividades sexuales representa
una grave vulneración a sus derechos humanos y fundamentales. Las redes
involucradas en el delito de trata de personas
lo hacen indiscriminadamente, para obtener un provecho económico o de otra
naturaleza. También suelen ofrecer “servicios” de los que aparentemente no se
lucran. Nos referimos a la difusión de contenidos sexuales protagonizados por
víctimas menores de 18 años y adultos.
Para
entender las diferentes dimensiones y el alcance que este delito abarca, te
contamos en qué consiste la explotación sexual de niños, niñas y
adolescentes de carácter comercial y no comercial. De igual
manera, mencionamos los escenarios más comunes en los que se evidencia esta
realidad.
Explotación
sexual comercial
Se
define como una forma de violencia sexual en la que uno o varios explotadores
se benefician económicamente o de otra manera, al utilizar el cuerpo de
personas de diferentes edades, géneros y condiciones sociales para actividades
de tipo sexual, su remuneración es negociada con los interesados en abusar de
las víctimas.
Son
múltiples los contextos en los que esta clase de explotación se presenta, y
pocas las iniciativas para denunciar la trata de personas,
en parte, por la normalización del delito en muchos de los entornos. Citemos
algunos de ellos: contexto de “prostitución” ajena, comercialización de
víctimas para abuso sexual y fines adicionales como trabajo forzoso, mendicidad
ajena o servidumbre, y creación de contenido explícito o sugerido de niños,
adolescentes y adultos en circunstancias sexuales, para su posterior venta a
través de la red.
La
realidad tras las situaciones de “prostitución” son especialmente preocupantes,
pues las redes de trata se ocultan en los establecimientos dedicados a esta
ocupación, para justificar sus actividades ilegales, ya que la prostitución no
está penalizada en Colombia y puede ejercerse voluntariamente. También, es
común presenciar esclavitud sexual comercial en lugares turísticos del país, en
donde las víctimas son exhibidas y se comercializan sus cuerpos a extranjeros.
Otros de los escenarios frecuentes comprenden las zonas de conflicto armado,
los corredores fluviales y carreteables, las zonas fronterizas y los lugares de
trabajo extractivo y construcción. En menor medida, se vende material
pornográfico a través de medios digitales.
Explotación
sexual no comercial
Hace
referencia a la utilización del cuerpo de niños, niñas, adolescentes, mujeres y
hombres adultos en actividades sexuales incitadas por los tratantes y
proxenetas. Estas no generan ganancias monetarias u otro tipo de remuneración,
pero atraen ampliamente a los explotadores directos y demandantes sexuales.
Suelen presentarse en entornos digitales e incluyen la producción, distribución
y almacenamiento de contenidos audiovisuales o en otros formatos, que ofrecen
actividades de carácter sexual sugestivo o evidente en los que se involucran
tanto menores de edad como personas adultas.
Este
material es conseguido por las redes de trata e individuos que no hacen parte
de estas organizaciones, a través de la captación de víctimas o la persuasión
para que envíen imágenes, videos, audios o textos de naturaleza sexual, por
medio de dispositivos de comunicación. De igual modo, se presenta el grooming
como una práctica de explotación sexual no comercial, pues el explotador
establece una relación con su víctima con el objetivo de violentarla
sexualmente.
La trata
de personas en Colombia es un delito con múltiples finalidades y
propósitos comerciales y no comerciales, que considera a los seres humanos una
mercancía. Mantente informado y atento a las situaciones que pongan en riesgo
tu integridad y la de las personas a tu alrededor. No olvides comunicarte con
nosotros aquí si conoces
algún caso de trata o sospechas que tú o alguien más puede ser víctima de una
red.
Articulo tomado de #EsoEsCuento
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