Estar
informado puede evitar que las personas caigan en problemas sociales como la
trata interna de personas, un delito que afecta a cientos de personas en el país
y pretende violentar los derechos de las personas mediante esclavitud sexual, maltrato
físico, entre otros; conoce en qué consiste este tipo de trata de personas y no
permitas que tú o algún amigo o familiar caiga en estas redes luego de leer la
siguiente nota.
A
diferencia de lo que puedas creer, el delito de trata de personas
no ocurre exclusivamente al exterior del país. Es una realidad que cientos de
niñas, niños, adolescentes y adultos viven dentro de su propia nación. A esta
actividad ilegal desarrollada en las regiones de Colombia, se le conoce como
trata interna de personas.
Según
el ministerio del interior, la trata interna se define como el desplazamiento
de una víctima dentro del territorio nacional con fines de explotación sexual
comercial, trabajo forzado, matrimonio servil, mendicidad ajena y extracción de
órganos. Se refiere a todos los casos en los que una persona es trasladada
fuera de su lugar de origen, tras sugerencia de un explotador que no se
identifica como tal antes de llegar al destino final. Las modalidades de
captación que emplean los integrantes de una red de trata externa (en la que
movilizan a la víctima a otros países) son las mismas que usan en la trata
interna, así que mantente alerta al riesgo latente.
Trata
interna, una realidad subestimada
Es
importante que sepas que la trata de
personas es un delito cercano a ti, presente, probablemente, en
tu comunidad, tu entorno más cercano. Aunque para una parte de la sociedad
puede tratarse de un tema banal, no lo subestimes. Hacerlo podría convertirte
en la próxima víctima.
Muchas
de ellas, por desconocimiento o confusión, consideran que su situación no es un
caso de trata interna, sin embargo lo es cuando implica restricciones a su
libertad, a sus propias normas y a su poder de decisión, cuando obligan a un
niño, adolescente o adulto a realizar actos que vulneran sus derechos y van en
contra de su voluntad, y cuando los explotadores obtienen provecho económico, o
de otra naturaleza, producto de estas actividades.
Ahora
bien, los fines de los dos tipos de trata, tanto interna como externa, coinciden.
Son cinco propósitos que violentan los derechos humanos y dejan secuelas
lamentables en las personas sometidas, mayormente, a la esclavitud
sexual y los maltratos físicos, ofensas y abusos psicológicos
que vienen con ella. Además, las víctimas viven el desasosiego causado por la
separación familiar y las circunstancias en las que se presenta la explotación sexual comercial.
Casos
de trata interna, más comunes de lo pensado
La
fuerza que ha tomado la trata interna se debe, en gran parte, a la notoriedad
que durante los últimos años ha adquirido la trata externa alrededor del mundo.
Un aspecto que ha intensificado los controles fronterizos y las acciones de las
autoridades. Los detalles de las modalidades de captación y rutas
internacionales, son una de las razones por las que las redes optan por el
lucro derivado de la trata interna. Los casos son más comunes de lo esperado,
sobre todo, al hablar de explotación sexual de niños, niñas y
adolescentes.
Las
regiones preferidas por los explotadores para sacar provecho económico a través
de la trata interna son Risaralda, Valle del Cauca, Antioquia, Atlántico,
Magdalena, Cesar, Norte de Santander, Arauca, Chocó, Caldas, Quindío, Bolívar,
Cauca, Huila, Putumayo, Caquetá, Guajira, Guaviare y Cundinamarca.
Protege
a tu comunidad, alerta sobre este delito al interior de país y recuerda la
importancia de denunciar la trata de personas.
La lucha contra las redes que lideran esta práctica ilegal, requiere de todos.
Articulo tomado de #EsoEsCuento
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