jueves, 18 de octubre de 2018

Explotación sexual comercial y no comercial


La explotación sexual es una actividad ilegal que afecta a niños, niñas, adolescentes, mujeres y hombres alrededor de todo el mundo mediante el sometimiento, violando los derechos fundamentales de las víctimas para fines comerciales y no comerciales, conoce la diferencia entre ellos y no permitas que tus amigos o familiares caigan en estas redes leyendo y compartiendo la siguiente nota.

La trata de personas con fines de explotación sexual en Colombia y el mundo, se presenta con propósitos tanto comerciales como no comerciales. Lo que implica que algunas de las prácticas ilegales relativas a servicios sexuales a las que son sometidos cientos de víctimas, no exigen un cobro por parte de los explotadores. Los demandantes pueden acceder a ellos sin pago alguno.

De los dos modos, comercial y no comercial, los niños, niñas, adolescentes, mujeres y hombres que sufren este flagelo equiparable a un tipo de esclavitud, son tratados como mercancía por sus captores.

Someter a una persona a la utilización de su cuerpo en actividades sexuales representa una grave vulneración a sus derechos humanos y fundamentales. Las redes involucradas en el delito de trata de personas lo hacen indiscriminadamente, para obtener un provecho económico o de otra naturaleza. También suelen ofrecer “servicios” de los que aparentemente no se lucran. Nos referimos a la difusión de contenidos sexuales protagonizados por víctimas menores de 18 años y adultos.

Para entender las diferentes dimensiones y el alcance que este delito abarca, te contamos en qué consiste la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes de carácter comercial y no comercial. De igual manera, mencionamos los escenarios más comunes en los que se evidencia esta realidad.

Explotación sexual comercial

Se define como una forma de violencia sexual en la que uno o varios explotadores se benefician económicamente o de otra manera, al utilizar el cuerpo de personas de diferentes edades, géneros y condiciones sociales para actividades de tipo sexual, su remuneración es negociada con los interesados en abusar de las víctimas.

Son múltiples los contextos en los que esta clase de explotación se presenta, y pocas las iniciativas para denunciar la trata de personas, en parte, por la normalización del delito en muchos de los entornos. Citemos algunos de ellos: contexto de “prostitución” ajena, comercialización de víctimas para abuso sexual y fines adicionales como trabajo forzoso, mendicidad ajena o servidumbre, y creación de contenido explícito o sugerido de niños, adolescentes y adultos en circunstancias sexuales, para su posterior venta a través de la red.

La realidad tras las situaciones de “prostitución” son especialmente preocupantes, pues las redes de trata se ocultan en los establecimientos dedicados a esta ocupación, para justificar sus actividades ilegales, ya que la prostitución no está penalizada en Colombia y puede ejercerse voluntariamente. También, es común presenciar esclavitud sexual comercial en lugares turísticos del país, en donde las víctimas son exhibidas y se comercializan sus cuerpos a extranjeros. Otros de los escenarios frecuentes comprenden las zonas de conflicto armado, los corredores fluviales y carreteables, las zonas fronterizas y los lugares de trabajo extractivo y construcción. En menor medida, se vende material pornográfico a través de medios digitales.

Explotación sexual no comercial

Hace referencia a la utilización del cuerpo de niños, niñas, adolescentes, mujeres y hombres adultos en actividades sexuales incitadas por los tratantes y proxenetas. Estas no generan ganancias monetarias u otro tipo de remuneración, pero atraen ampliamente a los explotadores directos y demandantes sexuales. Suelen presentarse en entornos digitales e incluyen la producción, distribución y almacenamiento de contenidos audiovisuales o en otros formatos, que ofrecen actividades de carácter sexual sugestivo o evidente en los que se involucran tanto menores de edad como personas adultas. 

Este material es conseguido por las redes de trata e individuos que no hacen parte de estas organizaciones, a través de la captación de víctimas o la persuasión para que envíen imágenes, videos, audios o textos de naturaleza sexual, por medio de dispositivos de comunicación. De igual modo, se presenta el grooming como una práctica de explotación sexual no comercial, pues el explotador establece una relación con su víctima con el objetivo de violentarla sexualmente.

La trata de personas en Colombia es un delito con múltiples finalidades y propósitos comerciales y no comerciales, que considera a los seres humanos una mercancía. Mantente informado y atento a las situaciones que pongan en riesgo tu integridad y la de las personas a tu alrededor. No olvides comunicarte con nosotros aquí si conoces algún caso de trata o sospechas que tú o alguien más puede ser víctima de una red.


Articulo tomado de #EsoEsCuento

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