martes, 21 de agosto de 2018

El tráfico de personas consentido, es siempre un delito

Incurrir en el delito de trata de personas no se refiere únicamente al hecho de explotar sexualmente a las víctimas, es también ser parte del proceso para traficarlas.

Esto quiere decir que desde el momento de la captación, pasando por el traslado, acogida y recibimiento, se está cometiendo un delito. Pero, ¿qué pasa cuando la víctima tiene conocimiento de la existencia de una red criminal que trafica mujeres y consiente su participación?

En este caso, la persona cree que después de un tiempo de trabajo establecido con su captor, podrá liberarse de la red y aventurarse a hacer realidad sus sueños, ignorando que una vez adentro, las condiciones cambian y los acuerdos no se mantienen, su voluntad es minada.

Con o sin consentimiento, se es víctima


Es necesario entender que con o sin consentimiento se es víctima, porque existe un estado de vulnerabilidad de la persona, hay maltrato físico y psicológico, uso de la fuerza, coacción, rapto, fraude y comercialización de un ser humano. La esclavitud sexual, así se haya “consentido” en un principio, no convierte a las víctimas de trata de personas en cómplices, ni exonera a quienes se benefician o lucran de la prostitución ajena, de su responsabilidad ante la ley.

Reconocer que haber dado tu consentimiento no te hace parte del negocio del tráfico, entenderlo es esencial para despojarte de culpas. Recibir ayuda psicosocial y construir una red de apoyo, son procesos claves para que puedas continuar.

La denuncia, un arma para combatir el tráfico de personas


¿Eres víctima o conoces a alguien que puede estar en riesgo y no sabes qué hacer en caso de trata de personas? Debes saber que tienes el derecho a reportar lo que pasó para que las instituciones pertinentes inicien una investigación, puedan dar con los captores y con los demás involucrados, para de este modo sancionar sus conductas ejemplarmente. Además, con tu apoyo se evitará que más niñas, adolescentes y mujeres crean los cuentos de estas redes y sean traficadas.

Así que, si sientes que no puedes denunciar porque consentiste ser traficada y expuesta a la continua explotación sexual, no temas ni tampoco te recrimines, siempre puedes reportar tu experiencia y denunciar la trata de personas con total tranquilidad. De hecho, al hacerlo, ayudarás a desarticular estas redes y apoyar la lucha contra un flagelo que afecta a miles de mujeres y personas en el mundo.

La ley te respalda, pues asegura que el consentimiento que hayas podido dar a cualquier forma de explotación, no es causa de exoneración de la responsabilidad penal para los integrantes de la red de tráfico. Tú, como víctima, no serás señalada ni judicializada. Por el contrario, recibirás apoyo profesional para sobrellevar los recuerdos y secuelas de tan malos tiempos.

¿Por qué no debes dar tu consentimiento en el tráfico de personas?


Las razones por las que no debes consentir ser traficada y explotada laboral o sexualmente son numerosas. Una de las principales y más importantes tiene que ver con las cosas que dejas atrás, con aquello que cambias por malos tratos y abusos. Atrás dejas tu paz, tu familia, las personas que disfrutan tu compañía, tus momentos de esparcimiento, tus proyectos y tu felicidad.

El aceptar ser explotada no es una manera de lograr tus sueños, de tener éxito o vivir mejor. Es una decisión que deja secuelas en tu cuerpo y mente. No confíes en las palabras de captadores que se lucran del hacinamiento y sufrimiento de los demás y dile siempre No al tráfico de personas.

Articulo tomado de #EsoEsCuento

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